martes, 3 de agosto de 2010

Romance de "El Pernales"



Y en la provincia Albacete
y en la Sierra de Alcaraz
mataron al Pernales
también al niño del Arahal.

Destino suyo ha sido
el ser extraño en esta tierra
el preguntarle a un guarda
cuál es el camino que lleva a la sierra.

El guarda les ha indicado el camino
y a Villaverde se ha encaminao
y al llegar al señor juez
le cuenta todo lo que ha pasao.

El señor juez al momento
mandó llamar a la Guardia Civil
"todas las fuerzas que haya
para la sierra tien que salir"

Salieron dos de a pie, tres de a caballo
con un guía y un asistente
y a la cabeza se hacía
que iba un bravo teniente.

Al saltar las cordilleras
a los bandidos el alta les dio
y a los muy pocos momentos
el niño al suelo cayó.

Pernales le dice al niño:
"dame la mano, vamos a ello, no hay que temer
si no me matan esta mañana
un gran recuerdo han de tener".

A los muy pocos momentos
Pernales al suelo caía
los cadáveres en un carro
a Bienservida los conducían.

El pueblo entero lloraba
con mucha pena y dolor
de ver a los dos bandidos
cruzados en un serón.

Pernales en toda su vida
no ha matado a ningún hombre
que el dinero que robaba
los repartía entre los pobres.

La sierra de Alcaraz es una comarca de la provincia de Albacete, situada al suroeste de la provincia. Sierra escarpada, de pinares y despeñaderos, limita al sur con Andalucía y es la continuación natural de Sierra Morena. Tajo en la tierra, lugar recóndito lleno de caminos y encrucijadas, Sierra Morena ha sido unos de los lugares de España conocido por ser escondite tradicional de bandoleros que aprovechaban lo intrincado de la sierra para protegerse y su situación geográfica de paso obligatorio entre el centro y el sur de España para asaltar a mercaderes y transeúntes. 
Dicen que "el Pernales" fue el último bandido, que nació en Estepa, pueblo de Sevilla,  el 23 de julio de 1879 y que fue acribillado por la Guardia Civil, cuerpo militar de seguridad ciudadana encargado de la vigilancia en las zonas rurales, el 31 de agosto de 1907 en Las Morricas, en plena sierra de Alcaraz. Dicen que era bajo y que era feo. Ambiguo como todos los bandidos, cruel y despiadado según unos, generoso según otros, quedó inmortalizado en la leyenda como ladrón de ricos y protector de pobres. En las tierras miserables de Castilla y de Andalucía de principios del siglo XX, los jornaleros trabajan en el campo contratados por los terratenientes. En verano se siegan las mieses, en invierno se podan las vides. El calor cae como plomo en verano, el frío fustiga como látigo en invierno.  El Pernales no importa, importa su leyenda, la esperanza diaria de que alguien está haciendo justicia y de que quizá algun día puede aparecer y convertirles la vida en un peso más leve...

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